La ciencia y la tecnología han adquirido una importancia fundamental en el mundo de hoy. Cualquiera sea la decisión que haya que adoptar en la sociedad en un momento dado, no importa el área o la escala involucradas, requerirá de evaluaciones técnicas paras definir cuál es la solución a aplicar. Si los individuos no tienen conocimientos básicos sobre ciencia y tecnología, carecerán de los demás criterios de discernimientos impredecibles. La plena participación democrática de los individuos en la sociedad requiere, por lo tanto, de estas competencias. La formación científico tecnológica junto a la humanística, representa una necesidad inmediata y contribuye a formar esa competencia científica básica llamada alfabetización científica.
Aunque no se logre acabadamente, se debería proporcionar una concepción de la estructura dinámica de la naturaleza, capacidad de indagación experimental y conocimiento ya que sería un auxilio para las múltiples exigencias que debe cumplir cada persona en el entorno en el que se desempeñe, laboral, familiar, político, económico y cultural. Ya que es allí donde las tecnologías bombardean con su constante innovación y cuando surgen las problemáticas que dificultan o adelantan el desarrollo equilibrado y justo en los ámbitos característicos de la sociedad definiéndolo con un vaivén que permanece donde el sistema económico y político día a día cuestiona el hablar, comer, dormir, soñar, cualquier acción racional cargada de subjetivismo causando conflictos con el ser o no ser y lo que realmente se puede realizar según el medio en el cual es y desempeña cada acción de su vida.
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